martes, 15 de noviembre de 2016

¿Hemos malinterpretado la Biblia alguna vez los testigos de Jehová porque no era el momento adecuado?

El discipulo del Cristo, a todas las eklesías: ¡Saludos!


La organización intenta demostrar humildad al supuestamente reconocer su error de comprensión de ciertos pasajes bíblicos. Veamos lo que admite en La Atalaya de 2017, núm. 1, edición público pág. 15


Lea varias veces la pregunta antes de proseguir:
¿Hemos malinterpretado la Biblia alguna vez los testigos de Jehová porque no era el momento adecuado? 
La organización es muy sutil al escoger las palabras a la hora de redactar el "alimento espiritual al tiempo apropiado". La pregunta correcta sería:
¿Hemos malinterpretado la Biblia alguna vez los testigos de Jehová [...]?
¿Cómo suena la pregunta de ese modo? ¿Verdad que cambia el sentido de la pregunta? Lo más preocupante de la explicación del "esclavo" es cómo culpa a Dios por malinterpretar los asuntos:
Sí. Pero al llegar el tiempo de Dios para aclarar ciertos temas, ajustamos nuestro entendimiento de inmediato.
Con esta declaración, dan a entender que su "alimento espiritual al tiempo apropiado" inicialmente no es tan "apropiado". Tiene que venir Dios y "aclarar" (¿?) como si Dios tuviera que intervenir directamente en los asuntos humanos de este modo. ¿Acaso no basta con la carta del Creador en las Escrituras para conocer los pensamientos de Dios?
Creemos que así imitamos a los apóstoles de Jesús, que fueron humildes y modificaron su manera de pensar cuando él les hizo ver que estaban equivocados (Hechos 1:6, 7).
Jesucristo esperaba que sus discípulos cometieran errores de interpretación en aquel entonces, ya que el Espíritu Santo aún no se había derramado. Jesucristo hizo la siguiente promesa:

(Hechos 1:8 BJ) . . .sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros.

Gracias a esa "fuerza" o "poder", los discipulos del Cristo pudieron entender las cosas que Cristo había enseñado y mucho más. Con esa "fuerza", no se esperaba que los discipulos cometieran errores de interpretación. Y si se cometiera algún error, como lo fue durante la disputa de la circuncisión, el mismo Espíritu Santo intervino en la conciliación.

La organización afirma ser dirigida por "espíritu santo", pero a la misma vez afirma que el "esclavo" no es inspirado por Dios. Esta declaración automáticamente los descalifica como "dirigentes" del Pueblo de Dios (Heb. 13:17, NVI). Es una declaración contradictoria. No tiene sentido. Se espera que un profeta de Dios, un dirigente de Dios, un ungido de Dios, sea inspirado por Dios. En mi humilde opinión, no se puede ser "ungido" y a la misma vez "no inspirado". Ambas cosas van de la mano.

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